Nunca mejor dicho,  la periodista Nuria Martorell define mi recorrido en el mundo del diseño y la creatividad. Hace tres años empezé esta estapa, me surgió una fuente de energía en mi interior que quería expresar todo lo que llevaba dentro, pero no fue fácil. Ahora «las experiencias» me han dado el camino donde dar a conocer, compartir y hacer llegar la moda flamenca a todas partes del mundo, porque lo que si hay es gente interesada en la creatividad, en descubrir aquello que a todos nos distingue, el talento que llevamos dentro.

Muchas gracias @nmartorell

 

https://www.elperiodico.com/es/noticias/onbarcelona/visitar/flamenco-mercedes-mestre-gaudi-disenos-6606534

 

«Dejó su cargo de subdirectora de una oficina bancaria para retomar, 25 años después, su auténtica pasión: el diseño. Cuando pensó en una especialización, Mercedes Mestre se acordó de cómo disfrutaban sus primas chiclaneras (su madre es gaditana) cuando cada año estrenaban su traje flamenco. Tocaba reinventarse y lo hizo sin pestañear.

«En el 2015 monté este atelier (en la calle de Sant Pere Mitjà, 69) y ese mismo año presenté mi colección de vestidos de flamenca inspirada en Gaudí en el desfile internacional SIMOF de Sevilla», relata.

En Andalucía se refieren a ella como «la flamenca modernista«. Y sus propuestas, avisa, son tan llevables que no hace falta ir a la feria para lucirlas y triunfar (a lo grande). «María Graciela Acuña se presentó al concurso de Miss Paraguay 2016 con un vestido amarillo de pedrería inspirado en el ‘trencadís’ del Park Güell, la cantante Meritxell Rodés actúa por Rusia con un traje beis que remite a La Pedrera, y la ‘influencer’ de moda en Instagram María Sanz se ha vestido dos ferias con diseños de Gaudí  -explica, a modo de ejemplos-. Y no me olvido de la soprano Jonaina Salvador, que lució varios de mis modelos en las óperas ‘Carmen’ y ‘La viuda Alegre'».

Y aún hay más curiosidades: fue a ella a quien le encargaron la vestimenta de la bailaora que sale en el anuncio de Mercedes Benz protagonizado por el chef David Muñoz.

TEMPLO CUSTOMIZADO

«Sin darme cuenta el atelier se convirtió en mi templo y todo en él es parte de mí, no solo los vestidos. Las cortinas, las banquetas, el papel pintado… adquirieron mi visión flamenca. Los transeúntes se paraban a hacer fotos y Barcelona Turisme me incluyó en una de sus rutas. Así que al ver cómo reaccionaba la gente me animé a montar unas experiences que permitieran a los asistentes sentir y disfrutar el flamenco en mi taller».

Entre las máquinas de coser, comparte sus secretos: «Yo remato losvolantes con hilo de pescar para que cojan más fuerza», le cuenta a una americana entrada en años que aún compite en bailes de salón y que se ha quedado prendada de las telas con los topos más grandes.

GUIRIS RUMBOSOS

En la entrada de su coqueta tienda el protagonismo lo toman los bailaores. El día de nuestra visita el dúo Vulcano (Claudia Martinell y Dani Flores) ofreció varias ‘performances’, enseñó por qué es tan ruidoso su zapateado (cómo se sorprenden al ver los clavos en la suela), compartió sus castañuelas y abanico, y logró que los presentes acabaran bailando y dando palmas más o menos a compás.

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Antes de cada coreografía, una de las hijas de Mercedes, Ariadna, da pinceladas sobre el origen de los palos que se van a ejecutar. Ella estudió en el Institut del Teatre, le atrae más el contemporáneo y son algunos de sus excompañeros, como Aida González, Candela Díaz,

Chantal Soler y Andrea Fernández, los que se prestan a flamenquear cuando se les reclama. Otros artistas a los que Mercedes recluta son «los consolidados Laura Gallego[quien también imparte ahí clases de baile], y Ángel Güell y Raquel Vicente (de la compañía Quindalé)».

Las veladas en Mercedes Mestre acaban de nuevo en el taller. Ahí comen tacos de jamón y beben una copita que les hace sentir, si cabe, más eufóricos. El finito siempre ayuda a dejar el cuerpo flamenco.»